21 / 10 / 15

La comunicación silenciosa con el paciente (II)

Por Isabel Villanueva (*)

En un post anterior publicado hace unos días inicié este artículo sobre los elementos de la comunicación que no tienen el vehículo de la palabra para poner de manifiesto el impacto de la comunicación no verbal en la relación con el paciente. Me referí a que la comunicación con el paciente se establece por cuatro vías: la mirada, la sonrisa, la ropa y el cuidado personal y los gestos. En aquella entrada me extendí sobre los dos primeros: la mirada y la sonrisa. Hoy lo haré con las dos restantes.

LA ROPA Y EL CUIDADO PERSONAL

Una cuestión a la que no solemos prestar mucha atención como modo de comunicación es la de la ropa y el aspecto personal. Por medio del cuidado de nuestra ropa, de las uñas, de nuestro pelo, del olor corporal, podemos transmitir nuestros estados de ánimo: cómo entendemos la vida, las cosas que nos gustan…

Como técnicos, el uniforme es vuestra ropa de trabajo. No sólo habla de cómo os cuidáis vosotros, sino que también da una imagen de la empresa para la que trabajáis y os identifica como trabajadores de la misma. Un uniforme cuidado y en buen estado ofrece un mensaje de profesionalidad y competencia.

Los olores son elementos que no solemos tener en cuenta y, sin embargo, pueden tener gran importancia. El técnico posiblemente realice su intervención en el área íntima o personal del paciente, por lo que un buen olor corporal, a limpio, transmite sensación de higiene y limpieza.

También el modo en que cuidéis vuestro espacio de trabajo, la ambulancia, dice mucho de vosotros. Hay veces que, por la rutina, no nos damos cuenta de cómo vamos o de cómo es nuestro espacio de trabajo. Así que imagina que es la primera vez que ves tu ambulancia, o imagina que alguien muy querido o importante para ti va a viajar en ella: ¿Consideras que su estado es el adecuado?,

¿Crees que la persona se sentirá cómoda y tendrá una buena sensación al entrar en ella?

Cuando comencé mi andadura como formadora de técnicos en emergencias, me sorprendió que el elemento “higiene, orden y limpieza” era uno de los más citados y valorados por los trabajadores a la hora de elegir las cualidades para un compañero de trabajo. Realmente, la ambulancia es un espacio reducido y los turnos y la convivencia son lo suficientemente intensos como para cuidar estos aspectos tan básicos e importantes.

Te invito a que revises tu uniforme y tu entorno y a que busques una pequeña mejora en este aspecto que pueda contribuir a mejorar esa sensación limpia y cuidada que un profesional sanitario debe ofrecer a sus pacientes.

LOS GESTOS

Los gestos son un elemento importantísimo dentro de la comunicación. Son una gran ayuda en situaciones donde las palabras no llegan; refuerzan el mensaje y ayudan a su mejor comprensión.

La sonrisa es un gesto importante del que ya hemos hablado, también los gestos de las manos y de la cara pueden ayudar a transmitir tu mensaje.

El hacer movimientos suaves y redondos, a la altura del corazón y con las manos abiertas transmite una apertura y tranquilidad que, a veces, puede contribuir a aplacar los nervios a un paciente agitado, por ejemplo. Al fin y al cabo, el gesto de mostrar la mano y mostrar la muñeca es un símbolo muy extendido de saludo, de ir en son de paz y de reconocimiento.

Algunos gestos de las manos son culturales. Esto significa que tienen significados diferentes, según los países. Por ejemplo, la palma abierta en señal de STOP en Grecia supone un insulto; o el gesto de OK en Francia o en Bélgica significa no vales nada, etc. Es una curiosidad que viene bien tener en cuenta si te relacionas con pacientes de otras culturas

Los gestos de la cara, especialmente los que codifican las emociones, suelen ser universales. Así que, ¡una sonrisa acogedora se entiende en todos los idiomas!

En resumen, estos elementos son importantísimos en la relación con el paciente. Muchas veces, la sensación del paciente de haber recibido un buen servicio se basa en el trato recibido y en la humanidad mostrada; no sólo en las competencias técnicas del profesional.

(*) Isabel Villanueva es psicóloga de Grupo Ambuibérica

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