Soporte Vital del Paciente Atrapado
Es el conjunto de actividades terapéuticas básicas, previas al rescate, que permiten evitar las causas de muerte salvable (hemorragia, asfixia y shock), teniendo prioridad al rescate. Consiste en una evaluación primaria rápida por parte del responsable sanitario empleando el ABCD del paciente traumatizado.
Valoración Primaria: ABCD
A Evaluación de la vía aérea con control cervical: se realizará una inmovilización manual de cabeza y cuello en todo momento y se colocará un collarín cervical rígido. En pacientes inconscientes se realizará una elevación mandibular, una inspección de la cavidad oral con extracción de objetos o aspiración si fuera necesario y se colocará a continuación una cánula orofaríngea.
B Ventilación: se inspeccionará el tórax para evaluar frecuencia respiratoria, asimetrías, heridas o contusiones. Se colocará una mascarilla reservorio a 15 lpm.
C Circulación: se controlará la hemorragia externa mediante compresión y vendaje. Se valorará el estado hemodinámico mediante la presencia de pulsos periféricos en ambos miembros superiores, la frecuencia cardiaca y los signos de hipoperfusión (palidez, sudoración, frialdad cutánea).
D Neurológico: se valorará la Escala de Coma de Glasgow, la ausencia de movilidad o pérdida de fuerza de algún miembro y el tamaño, simetría y reactividad de las pupilas.
Inmovilización previa del paciente atrapado
El responsable sanitario debe estabilizar lesiones existentes y evitar lesiones secundarias que agravarían más su estado. Los dispositivos inmovilizadores más utilizados en el interior del vehículo son el collarín cervical rígido y la tabla espinal corta.
Durante todo el proceso de la excarcelación, el responsable sanitario se encargará de la seguridad de la víctima insistiendo en el uso correcto de las protecciones y parando cualquier maniobra del equipo de rescate si supone un riesgo para la seguridad del paciente.